En el convulsionado mundo de las relaciones internacionales el embajador Guillermo Hunt ofrece una mirada alejada de polémicas y controversia. Charlamos con él sobre La Doctrina de la Araña, una metodología que pretende ser un aporte para el análisis y la negociación creativa en búsqueda del consenso que encamine nuestra inserción internacional en las próximas décadas.
El concepto de “araña” funciona como una representación gráfica de la teoría ya que esta plantea la necesidad de “apoyarse en varias “patas” simultáneamente, todas necesarias, aunque diferentes, entre las cuales Brasil, Estados Unidos, la Unión Europea, China, el resto de América Latina y Japón, eran las más importantes”. El autor afirma que Argentina tiene que establecer sus intereses con cada “pata” de la araña para aprovechar al máximo las posibilidades que nos brinda el mundo exterior y para evitar contradicciones entre ellas.
Guillermo nos dice que: “es necesario definir previamente el modelo económico al que
aspira nuestra sociedad, para luego, evaluar las posibilidades de inserción internacional. Dicho modelo debe de vincularse armónicamente con las políticassociales, educativas y científico-tecnológicas”. La inserción internacional de Argentina depende, no solo de las capacidades y posibilidades que tiene sino también de las realidades ofrecidas por el mundo exterior en determinado momento.
Partiendo desde lo existente en nuestro país en cuanto a recursos productivos,
naturales, industrias, servicios, institutos de enseñanza y distintas capacidades de la sociedad civil, se debería dar entre los principales actores de nuestra vida económica – gobierno, partidos políticos, iglesia, empresarios, trabajadores, etc.- , el debate para definir nuestro modelo económico y plasmarlo en una Política de Estado que represente distintas opiniones e intereses.
El embajador plantea la inevitabilidad de reformas estructurales macro y micro económicas en cuanto a nuestros bajos estándares de productividad y competitividad ya que “problemas como la pobreza, el déficit fiscal y de balanza de pagos, la muy alta presión impositiva y la baja inversión, requieren de amplias reformas para su solución”.
Todas estas proyecciones a mediano plazo de definición de un perfil económico para las siguientes décadas precisan, para el autor, de un consenso de al menos dos tercios de los Argentinos ya que para él “ninguna “mitad” de la Argentina podrá dar respuestas valederas a los problemas de los argentinos. El consenso debe ser más amplio.”
Mencionado previamente, no solo es importante el consenso interno sino también tener en cuenta el panorama internacional al que se pretende insertarse. El perfil de un modelo económico sustentable y viable, es un resultado de una interacción dinámica entre ambas partes.
Por último, Hunt hace referencia a nuestra ubicación geográfica en el mundo y concluye afirmando que “estamos en el confín del continente americano. América del Sur es nuestro espacio inevitable y pródigo en posibilidades. No nos limita. Nos abre al mundo. Pero nos ofrece múltiples oportunidades en nuestras fronteras y espacios circundantes.”